Y no está solo…

Tengo los dientes divorciados, un lunar a la izquierda de la cara y un par de pendientes sucios en la ojera. Por ese lado soy biodegradable, y otras cosas peores de las que no quiero acordarme. Sin embargo, soy barbilampiño por el lado derecho, y quizás esta sea la causa de todo. En ese lado no hay lunares, ni pendientes. Soy burgués desde mis anteojos hasta mi fimosis. Desayuno, uso suelas y preservativos, me acomodo. Disfruto de algunos de los mejores inventos de la historia: la cama y la bragueta. Tengo una luz amarilla, como el jazz. Y una sombra negra, como John Coltrane. Soy snob desde M43 hasta mi bostezo. Uso chaquetas a rayas, pantalones de pana, un botón cínicamente amarillo, el anonimato y sombrero a juego. Me rasco el sobaco hasta que los dedos me huelen a poesía. Hago enemigos, cuento chistes. Me avergüenzo de mi timidez. ¿Y de Kubrick?, tengo una chapa. Entre mis paletas está la orden de alejamiento que separa los dos lados de mi cara. Mientras por una parte me erosiono esperando la siguiente cerveza o el siguiente desastre; por la otra amo lo kitsch sin saberlo, y guardo la cola hasta para pasar por el pelotón de fusilamiento. Mi mano izquierda sabe que la única revolución en la que podría creer, con toda la fealdad del verbo “creer”, tendría que ser capaz de vendarme los ojos y obligarme a permanecer erguido hasta que el ruido de los fusiles me despertase de este sueño. Con lo que quede, quisiera que mis colegas se pegaran una buena cena. Aunque soy un “poca cosa”, y aunque dudo que alguno de ellos conservara para entonces la movilidad en sus mandíbulas. Mi mano derecha, por su parte, mira con miedo a ambos lados de la calle. Soy burgués desde el cinismo a mis empastes, y tengo una habitación con vistas y una luz amarilla. Unas vistas que serían la envidia del mismísimo Sr. Chinaski: el cubo de la ropa sucia, una fregona, una escoba y una escalera que bien pudiera usarse de escapada si se diera el caso. Como él, yo también tengo algunas costumbres muy feas. Por ejemplo, dibujo signos anarquistas con compás, escuadra y cartabón. Por ejemplo, éste.

Deja un comentario